jueves, 15 de enero de 2009

Sirenia - The 13th Floor (2009)


Sirenia es referencia obligada para todos los amantes del metal gótico o para cualquiera que desee conocer el género. Este grupo noruego salió de las entrañas de Tristania, luego de la partida de Morten Veland, quien ahora es el líder indiscutible de esta banda escandinava. En realidad él se encarga prácticamente de todo. La composición le corresponde a él, tanto como las letras, gran parte de la instrumentación, las orquestaciones y hasta los growls. Los demás músicos podría decirse que son invitados o personas necesarias para los conciertos. Otro aspecto que siemrpe ha caracterizado a Morten son las malas relaciones con sus compañeros. Desde que se fue de Tristania, Sirenia nació como una banda conflictiva que en cada disco cambiaba su alineación. Lo más destacable es que por cada álbum de estudio ha habido una nueva cantante. Los conflictos entre Monika, la vocalista pasada, y Morten obligaron a éste último a emprender la búsqueda por una nueva cantante. La audición tuvo por lo menos a quinientas participantes, y la ganadora fue la española Ailyn, mejor conocida por su desastrosa actuación en la versión española del Factor X. No es de extrañar que apenas anunciado su ingreso a la banda se suscitara una importante polémica entre los seguidores de la banda.

Yo había tenido la oportunidad de escuchar a Ailyn antes de siquiera enterarme que sería la nueva vocalista de Sirenia. Buscando videos de frikis del Factor X me topé con su interpretación de Bring me to life de Evanescence. Acabé deprimido: un mal inglés y un control pésimo de la voz es lo que la caracterizaron. En ese momento creí que todo acabaría como una broma típica de un reality show. Ante mi sorpresa de saber que sería la nueva vocalista de Sirenia, quise buscar algo más de ella. Encontré su MySpace lleno de covers de canciones de Evanescence y Nightwish. The poet and the pendulum fue la canción elegida por esta española. Su voz chillona destrozó la sección de Mother and Father. No dudo que Tuomas tenga escalofríos por las noches luego de tal profanación a su obra maestra. Perdí toda la esperanza, pero de cualquier modo le he dado una oportunidad a este disco, que continúa con la evolución lógica de una banda que si bien en su primer trabajo apenas utilizaba en las voces femeninas y era más bien un proyecto barroco lleno de growls y orquestaciones, ahora - desde el disco anterior - ha tomado una dirección más ligera.

El disco abre con The path to decay, que también es el primer sencillo de este álbum. La atmósfera es generada por medio de sonidos más bien modernos y de sintetizador para dar paso a una típica canción de metal gótico. La primera impresión de Ailyn no resulta desagradable, en realidad resulta bastante bien. Y como tal, ésta es una canción correcta, ligera, poco ambiciosa y que fluye muy bien. Incluso podemos escuchar los growls de Morten, que, por cierto, dejan bastante que desear.

La primera decepción del disco llega con Lost in life, no porque en sí misma sea una mala canción, sino porque la introducción con piano es exactamente igual a la que aparece en Hand of sorrow de Within Temptation, sólo que en otro tono. Quizá Morten se tomó muy en serio el argumento del plagio como mejor forma de hacer un tributo, o simplemente conectó su alma en los planos más elevados del mundo onírico con los músicos de Within Temptation. Sea cual sea el caso, más allá de la introducción, ésta es una canción bastante edulcorada. Seguramente no faltará en los conciertos.

The mind maelstrom sube un poco el nivel. Inicia con unos predecibles coros que cantan algo en latín, para después dar paso a la dulzura de la voz de Ailyn, que cuando susurra y maneja las tonalidades más intimistas suena realmente bien. Quizá en esta canción se encuentre su mejor trabajo vocal. Por otro lado, este tema cuenta con cambios de ritmo y nuevamente con los growls - ¿o screams? - de Morten. Eso sí, es difícil no remitirse a Epica con esta canción...

El disco sigue en ascenso con The seventh summer, un tema que cuenta con un buen estribillo que se apoya con el uso del doble bombo, lo que dota la canción de la profundidad necesaria para no ser superflua. El único problema de la canción es que muestra las debilidades de la banda: la débil voz de Ailyn cuando se atreve con la potencia, y unos growls simplones, que después se compensan con una voz limpia que no suena mal.

Quizá impacte el riff que da inicio a Beyond life's scenery, pero para resumir el tema podemos decir que aquí Ailyn parece que no quería cantar o que estaba muy cansada. Por otro lado, el buen Morten parece haber sido víctima de alguna enfermedad en la garganta, pues su capacidad para hacer growls decorosos ha ido en descenso desde el primer disco. Y si en At Sixes and Sevens - horrible título para un álbum - no sonaban nada mal, en The 13th floor parecen los de un aficionado. Y si no fuera poco, ésta es una canción que en sí misma carece de sentido. Hay mucho, pero todo quedará completamente en el olvido.

El disco continúa con The lucid door, tema poco destacable que suena hasta pop, aunque tiene algunos efectos simpáticos con la guitarra. Sobre esos gruñidos que aparecen en el medio de la canción, sólo podemos decir que parece que Abbath de Immortal hizo una aparición especial. Y no, eso no es algo bueno.

El ritmo anodino del disco persiste con Led astray, otro tema que no ofrece demasiado y que sólo destaca por la forma tan curiosa en la que Ailyn pronuncia horizon y further. La parte final del estribillo, por cierto, es quizá de lo más edulcorado y amigable que haya escrito Morten en toda su vida. Las orquestaciones y los coros son pretenciosos y tampoco aportan gran cosa. Son sólo un elemento que uno ya ha predicho desde que inició el tema.

Winterborn 77 es quizá la mejor canción del disco, pero no por su gran composición, sino porque desborda una tremenda comicidad espontánea, sin duda alguna la mejor forma de hacer humor que pueda tener la humanidad. Es un tema que trata de ser serio y dramático - sorrow comes with silent tears - pero que Ailyn se encarga de hacerlo demasiado gracioso, ya sea por su adorable pronunciación con acento hispano de la frase and though my life y la palabra years, o porque sin darse cuenta acabó creando un nuevo subgénero que yo definiría en inglés como Alvin and the Chipmunks oriented metal, y es que es increíble cómo pueda ser serio el hecho de que el final de la canción parezca tener a una chica que inhaló helio para después aumentar la velocidad de la pista para lo que seguramente será el soundtrack de la siguiente película de Alvin y las ardillas.

Ya hablando seriamente, Sirens of the seven seas es la mejor canción de todo el álbum y se encarga de cerrar bastante bien este trabajo. Comienza con buenas vocalizaciones masculinas limpias que se acompañan con unos coros que esta vez sí aportan mucho, desde dramatismo hasta dinamismo. De hecho, ésta es la forma en la que Sirenia debería sonar siempre, ya que hasta los growls de los que tanto reniego en este disco hacen una labor decorosa. La instrumentación es perfecta, los cambios de ritmo, las distintas secciones de la canción son bien llevadas a cabo, sobre todo el violín melancólico que aparece junto a Ailyn casi al final del tema. Un gran tema sin duda. Una apoteosis necesaria para muchos temas deslucidos.

Musicalmente hablando, sería difícil catalogar a éste como un disco malo. En realidad suena bastante bien. Es amigable, no es denso y se deja escuchar sin mayor problema. Por otro lado, adolece de aspectos trillados del género, que no dejan que la evolución de Sirenia siga un mejor curso. Si bien hay buenos temas, también los hay muchos que son grises, instalados en la medianía compositiva, la zona de comfort para Morten. La voz de Ailyn no es del todo mala, siempre y cuando se centre en sus tonalidades más cálidas y frágiles - en un sentido dramático, casi actoral -, pero lo que es cierto es que carece de la potencia que muchas piezas exigen, lo que principalmente se demuestra en Winterborn 77, que lamentablemente raya en lo caricaturezco. Una voz que a final de cuentas es plana y que es limitada en matices, lo que le impide ser la protagonista de gran variedad de temas.

Nunca sabemos qué hay en la mente de Morten. Quizá para el siguiente disco Ailyn ya no esté con nosotros, después de todo él es un individuo conflictivo. Si, por otro lado, se plantea la posibilidad de tomarse la vida con más calma, dejando a Ailyn, deberá replantearse un poco la forma de hacer música o de por lo menos idear las partes vocales. No es curioso que sea más recurrente hablar sobre el físico de Ailyn, pues parece que los fanáticos prefieren centrarse en su quijada masiva que al parecer ha enloquecido a muchos hombres. Morten incluido.

The 13th floor de malo no tiene nada, de mediocre mucho, sobre todo para una banda como Sirenia, que ya de por sí tiene un compromiso doble al ser una de las principales portadoras del estandarte del metal gótico.

7.7/10

8 comentarios:

jueves, 1 de enero de 2009

Los Mejores Discos del 2008 (según Raff)

El 2008 fue un año algo flojo en cuanto a música en comparación con el mágico 2007 (año donde entre otras cosas, descubrí grandes bandas del progresivo, empecé a relegar mi gusto por la escena emo/punk/screamo y abrazar más mi amor casi irracional por el progresivo en todas sus presentaciones; hasta empecé a escuchar Death Metal, algo que el Rafael del 2006 para atrás encontraría aberrante). Sin embargo mi insaciable gusto por descubrir música nueva me alejó de cosas convencionales, y me clavó en música menos sencilla y me refinó el oído. Igual, algo que no he perdido, es el gusto por jactarme de la música que escucho. Hacer un recuento de los mejores discos de este año no fue fácil, escuché tanto, que igual ni me acordé de todos los discos que descargué. Unos hasta los borré. Por supuesto, hay discos obvios, otros no tanto, y escoger de entre tanto para las posiciones más elevadas no fue rápido. Incluso llegué a pensar en hacer un top cinco y ya, pero nah… eso no es divertido. Así que, aquí están los que para mí fueron los diez mejores discos del difunto 2008.

Posición: 10
Álbum: The Bedlam in Goliath
Artista: The Mars Volta
Género: Rock Progresivo

Como recordarán en mi review de principio de año fui quizás un poco duro con este disco, en especial con las canciones más experimentales. Pero la verdad sea dicha, es un gran disco, aunque con fallas notables, y que a lo mejor sigue cargando el estigma de: “No es De-Loused in the Comatorium” pero sí destaca mucho por sí mismo. Vi a esta banda dos veces en el año, la primera en el Coca Cola Zero Fest, y la segunda en su concierto de noviembre en el Salón 21, las dos veces tocaron poco material de este disco, pero reafirmaron lo que ya sospechaba: Wax Simulacra en vivo es impresionante.

Posición: 9
Álbum: Með Suð Í Eyrum Við Spilum Endalaust
Artista: Sigur Rós
Género: Gay Rock

Bajé este disco dos días después de su salida, quizá porque tanto hablaban de esta banda que me dije, vamos a ver. No me gustó, y lo borré a las tres semanas. Cierto, lo escuché poco, pero no logró captar mi atención. A principios de diciembre mientras curioseaba en Mix Up, noté la infame promoción de dos por uno en todo el catálogo de EMI. Y mientras veía cómo el catálogo de Radiohead era prostituido y vendido junto a discos de Amanda Miguel en la sección de remate, me encontré con este disco escondido, y aunque apenas había salido este año, estaba etiquetado como cualquier otro disco de la promoción. La idea me dio mucha risa, y terminé comprándolo junto con un disco de Radiohead. Lamentablemente terminé escuchándolo más de lo que me hubiera gustado, y menos de lo que este disco se merece. Y es que, sí vale la pena, y lo disfruté mucho en las últimas dos semanas del año, así que es sólo justo reconocer la calidad de este disco.

Posición: 8
Álbum: Colors_LIVE
Artista: Between the Buried and Me
Género: Death Metal Progresivo

Ya he hablado mucho de esta obra maestra que es Colors, además vi este disco ser tocado en su totalidad en vivo este año. Pero hablando más concretamente de Colors_LIVE, el disco en vivo es sublime. La ejecución de todo el disco es sin falla, ininterrumpida, excelsa, y el DVD sólo muestra lo grande que es esta banda. Aunque sí pudieron escoger a una mejor compañía que filmara el concierto (el baterista sale dos veces en todo el DVD). Y además de todo el Colors, incluye seis canciones más, de las cuales destaco Mordecai y Selkies. Disco que no puede faltar en la colección de cualquier amante del progresivo, y es que, el progresivo en vivo es mejor.

Posición: 7
Álbum: Happiness Is the Road (Volúmenes 1 y 2)
Artista: Marillion
Género: Rock Progresivo

Marillion es una banda de señores que pasan de los cincuenta años, con una carrera musical impresionante, casi increíble. Y aunque no hayan alcanzado el reconocimiento internacional como otras bandas legendarias del rock progresivo, son sin duda uno de los principales exponentes de este género. En el 2008 regresaron con uno de sus trabajos más ambiciosos, Happiness Is the Road, un disco doble, siendo Essence el volumen 1, y The Hard Shoulder el volumen 2. Y aunque el disco ha recibido mucha crítica negativa por parte de los fans de la banda, que no hacen otra cosa que criticarla desde que se salió el primer vocalista (algo que ocurrió en los ochentas) a mí me parece que han logrado refinar su sonido, aunque es cierto que se han alejado demasiado de su sonido original (algo que no me parece malo, al contrario). En el ámbito personal hay dos canciones de este disco, una del volumen 1 y otra del volumen 2, Half Empty Jam y Older Than Me respectivamente, que significaron mucho para mí este año. Al igual que con Dream Theater, yo soy uno de esos fans nuevos de esta banda que disfrutan más el trabajo reciente de la banda que los trabajos anteriores.

Posición: 6
Álbum: Ghosts I–IV
Artista: Nine Inch Nails
Género: Ambient Industrial

Trent Reznor es uno de esos genios de la música contemporánea, y aunque este disco en particular ha sido tachado de aburrido, innecesariamente largo, sin punto, y hasta de sin chiste, me resulta muy curioso notar que las críticas hacia este disco son tan parecidas con las del disco: Tales from Topographic Oceans de Yes; disco que es catalogado como el mejor ejemplo de los excesos del rock progresivo. Sin embargo, al igual que aquél ya legendario disco de los setentas, me parece que es una obra que requiere de dos cosas: mucha paciencia y escucharle poniendo atención. Hay una cantidad infinita de detalles en la composición de este disco, los 36 tracks del disco son completamente instrumentales, (aunque bien podría haber sido separado en 4 tracks de más de 25 minutos cada uno, Ghosts I, II, III y IV; para que se pareciera aún más a Tales from Topographic Oceans) y cada uno de ellos evoca una sensación diferente. Éste es un disco difícil para aquél que escucha este disco de manera casual, ya que es de esos discos que demandan mucho al que lo escuche, pero todo individuo que escuche de manera paciente y atenta será recompensado.

Posición: 5
Álbum: The Scarecrow
Artista: Avantasia
Género: Power Metal/Heavy Metal/Hard Rock

Otro genio de la música contemporánea es Tobias Sammet, un alemán que no hace otra cosa que seguir a su corazón en cuanto al rumbo musical de sus proyectos, a veces con resultados desastrosos como el infame Tinnitus Sanctus, y algunas otras con resultados casi perfectos como el más reciente disco de Avantasia. Su concierto de junio es uno de los mejores a los que asistí el año pasado, y de los mejores que he visto en mi vida. Y tiene canciones que son obras maestras, aunque otras de las cuales se pudo prescindir o reemplazar por un par de canciones que vienen en los EPs, y que no aparecen en el disco. Una las razones por la que pongo este disco en quinto lugar es por loa increíble cantidad de veces que escuché este disco, y cada una de ellas lo disfruté más que la vez anterior.

Posición: 4
Álbum: The Slip
Artista: Nine Inch Nails
Género: Industrial Pop

Dos meses después del lanzamiento de Ghosts I-IV, Reznor lanzó por su página de internet otro disco. Gratis, “esta vez va por mi cuenta” dijo. The Slip es todo lo contrario a su predecesor, es un disco cortito, dura menos de cuarenta y cinco minutos, con coros pegajosos, estructuras accesibles, ligero, sin pretensiones y hasta con una canción de amor (algo inédito hasta entonces para una banda como ésta). Este disco es una prueba de que Reznor lo mismo puede hacer un disco clavado y complejo, que uno pop. Y sinceramente, de la basura que es el pop comercial, al pop de Reznor, prefiero éste. El concierto que dio NIN en octubre en el Motorokr Fest, fue el mejor concierto que he visto en cuanto a efectos visuales. Tres pantallas que subían y bajaban en el escenario, dándole una profundidad inigualable, y creando un sin fin de efectos visuales. Aunque era un “festival” tocaron casi dos horas, abrieron con las primeras cuatro canciones de este disco, y en el encore tocaron otra más de él; para mí éste es un gran disco, y lo más sublime de él es lo inesperadamente genial que fue su lanzamiento.

Posición: 3
Álbum: Death Magnetic
Artista: Metallica
Género: Heavy Metal

Llámenme impresionable, pero para mí este disco fue el disco que debió salir después de …And Justice for All. Para mí este disco es soberbio, como ya mencioné en mi review del disco, es sin duda el disco que marca el regreso de Metallica a su sonido, es el disco que todos esperábamos de ellos, y aunque es cierto que no es mejor que sus mejores tres discos, para mí es el cuarto mejor disco de Metallica.

Posición: 2
Álbum: Watershed
Artista: Opeth
Género: Death Metal Progresivo

Un disco promedio de Opeth, es un disco por encima del promedio de cualquier otra banda. Watershed es un disco promedio de Opeth, y aún así deja en claro la capacidad creativa de Mikael Åkerfeldt. Sin embargo, me viene a la mente lo que comenta Åkerfeldt en el booklet que viene en la edición de lujo de Ghost Revieres, “my only worry now is that I hope our next record don’t suck in comparison”. Me parece que sus miedos se hicieron realidad. Si quieren un análisis más a fondo de este disco, pueden leer el review del disco que escribí varios días antes de su lanzamiento.

Posición: 1
Álbum: Insurgentes
Artista: Steven Wilson
Género: Inclasificable

Sin duda, Steven Wilson es el mejor músico de las últimas tres décadas. Y aunque habría pocas cosas que recriminarle a este disco, es espeluznante la facilidad con la que se colocó como el mejor disco del año. Y como diría Lavolpe, Steven lo hizo caminando. De igual manera, si quieren un análisis más a fondo, lean el review que escribí de este disco.

***Menciones honorables (sin un orden en particular):
Texas de PlayRadioPlay! (electrónica), Be Gone de Pharaoh (Heavy Metal), Blooddrunk de Children of Bodom (Power/Death Metal), North de Everon (Rock Progresivo), Who's The Boss In The Factory de Karmakanic (Rock Progresivo), Third de Portishead (dicen que electrónica, yo ni sé), y Shallow Believer de The Used (el disco Emo del año).

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