miércoles, 16 de abril de 2008

Deadwing - Porcupine Tree



Porcupine Tree inició como una banda broma, hecha por Steven Wilson a mediados de los ochentas. Una agrupación que, supuestamente había sido una banda de culto en los setentas que siempre se mantuvo en lo underground. Sí, el buen Steven es meticuloso hasta para decir mentiras. La realidad era que Porcupine Tree era una banda compuesta por un adolescente que creaba efectos y grababa canciones desde su casa. Su primer material, inspirado por la psicodelia (y unos toques de música electrónica) increíblemente, no parecía ser hecho por un joven en su casa. Vaya, hay una canción tan memorable de aquella época que incluso en giras recientes han llegado a tocar. Hablo de Radioactive Toy.

Conforme pasaban los años Steven dejaba sus otros proyectos de lado (algunos bastante interesantes como No-Man) para dedicarse más y más a Porcupine Tree, llegando incluso a invitar a otros músicos para que colaboraran con él. Así, el Porcupine Tree de hoy empezaba a tomar forma. Los primeros discos en los que figuran más músicos además de Steven, fueron bastante orientados al rock progresivo de los setentas y la psicodelia. Y la verdad es que, discos como The Sky Moves Sideways y Signify se volvieron rápidamente objetos de culto para los fans de hueso colorado del rock progresivo de antaño. Discos tan complejos y bellos que sería difícil hablar de ellos sin profundizar en su naturaleza.

De ahí Porcupine Tree se movió a horizontes más accesibles, menos psicodélicos, pero siguiendo la pauta del rock progresivo. La etapa de Stupid Dream y Lightbulb Sun es para muchos una de sus etapas más bellas. En las que las estructuras simples, eran texturizadas de maneras preciosas y siempre poniendo los riffs y solos de Wilson como centro de las canciones. Los mejores solos de guitarra de la banda, a mi parecer están en esta etapa.

Después llegó In Absentia, una obra de arte proporciones gigantescas. En él, se incluyeron riffs netamente metaleros y estructuras atípicas en una banda considerada psicodélica en algún punto. Ya habrá tiempo de hablar de esta maravilla, pero, el siguiente disco en la discografía de Porcupine Tree tomaría los elementos de In Absentia para crear un nuevo sonido, el que tiene ahora la banda, dándole forma en algo bastante impresionante. Deadwing, el octavo disco de estudio de Porcupine Tree, considerado por algunos su disco más mainstream, fue el parte aguas en la carrera de la banda. No sólo por contener el primer sencillo que recibió rotación en estaciones norteamericanas, y ser su primer éxito a nivel internacional, sino por demostrar que el rock progresivo tiene muchas caras, amigables algunas, que incluso puede atraer a los oídos menos imaginables al género.

El concepto del disco fue creado a partir de un guión que Steven escribió, y todas las canciones muestran partes relevantes de la historia, o eso dice Wilson. Al disco yo lo divido en dos, de los tracks 1 al 5 como la primera parte, y después de los tracks 6 al 9 como la segunda parte. Ya verán por qué…

El disco abre con Deadwing, una canción poderosa, con riffs basntante duros y pasajes instrumentales que hacen de la canción homónima del disco un deleite. El segundo track del disco sería el primer sencillo que tuviera un éxito considerable en tierras americanas, hablo de Shallow. Para algunos fans ésta es, irónicamente, la canción más vacía de Porcupine Tree. Sin embargo me parece una gran pieza de rock, que cumple con su objetivo y que entretiene. Con una melodía, riff y estribillos memorables se vuelve imposible no querer volver a escucharla. Y el tercer track de Deadwing, Lazarus, es para mí, una de las canciones más hermosas que se han escrito. A lo mejor exagero, cierto, no estuve en la etapa de la humanidad en la que la música no se grababa, y a lo mejor me ciega mi fanatismo por esta banda (y en particular por esta canción); pero ésta es una obra sublime, que evoca los más increíbles sentimientos. Después de un silencio notorio de cerca de un minuto, empieza Halo. Canción muy parecida a Shallow en cuanto estructura, pero que a diferencia del segundo track del disco, Halo tiene un mensaje menos somero. Y el quinto track del disco, es una canción inconmensurable, no sólo por su valor musical sino por su excelente calidad en la composición. Se trata de Arriving Somewhere But Not Here, que es, sin duda, una canción que cualquier melómano debe de escuchar. Desde su inicio calmado, hasta su parte media llena de paredes de guitarras pesadas, pasando por su estribillo y su concepto. Todo en ella es genial, y a través de sus doce minutos uno es llevado por una increíble cantidad de emociones. Cabe mencionar que en el quinto track, el guitarrista de Opeth contribuye con el segundo solo de guitarra.

Y después de la primera mitad del disco, la segunda parte decae considerablemente. No deja de mostrarse la calidad en la producción y ejecución de Porcupine Tree. Pero después de esa primera mitad del disco, canciones como Mellotron Scratch o The Start of Something Beautiful no parecen estar a la altura de lo que escuchamos antes. Lo más rescatable es Open Car, que suena muchísimo mejor en vivo, pero no deja de ser débil en comparación con las anteriores. Y el disco no cierra de la mejor manera, con Glass Arm Shattering, donde las vocalicaciones de Wilson recuerdan a Heartattack In A Layby. En fin, la segunda parte del disco lo pierde a uno… aunque supongo que dentro de la narrativa del disco eran necesarias.

A mí parecer, el disco pudo tener seis canciones y terminar con Arriving Somewhere But Not Here, aunque bueno, supongo que el valor del resto de las cancionees está en lo que contribuyen a la narración de la historia.
A pesar de ser un disco que deja ver las debilidades de la banda, Deadwing también nos enseña sus fortalezas mejor que nunca. Yo le doy una calificación de: 4.44 estrellas.

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