Kent - Jag är inte rädd för mörkret (2012)
Kent es, por derecho propio, la más
importante banda de rock alternativo de Suecia y quizá de toda
Escandinavia. Si por algo se caracterizan no es solo por renegar del
inglés en una industria monopolizada por este idioma, sino también por
la capacidad de crear canciones de gran belleza que siempre se acompañan
de letras de alto contenido poético. Su mejor disco hasta la fecha es
el ya clásico Du & Jag Döden (Tú y Yo La Muerte), lanzado en
el 2005 y con el que alcanzaron el punto máximo en sus composiciones de
rock. Quizá Joakim Berg, el líder de la banda, entendió que sería muy
difícil superar el nivel de grandes canciones como Du är ånga (Eres vapor) Den döda vinkeln (El ángulo muerto) y su gran himo, Mannen i den vita hatten (16 år senare)
[El hombre del sombrero blanco (16 años después)], sin repetirse a sí
mismo, por lo que a partir de los siguientes discos, específicamente
desde Tillbaka till samtiden (De regreso al presente) comenzó a
incluir elementos de música electrónica., en lo que sería un importante
giro en los siguientes trabajos de la banda. Su disco más reciente, el
décimo de una ya larga y fructífera carrera, Jag är inte rädd för mörkret,
que en sueco quiere decir "No le temo a la oscuridad", no se escapa de
esta tendencia, pero en él se pueden escuchar los sonidos clásicos de
Kent conviviendo con su faceta electrónica, una esperada convergencia
para todos los seguidores de esta banda.
El álbum no podría iniciar de mejor manera, y es que 999
no solo es la mejor canción de todo el álbum sino que es probablemente
uno de los mejores temas de la historia de Kent. Más que un regreso a
las raíces, se trata de un encuentro entre el pasado y el presente en
una canción de prácticamente siete minutos que carece de estribillo y
que es acompañada por una letra melancólica, por momentos devastadora,
pero ante todo trabajada con la genialidad de quien ve en las palabras
algo más que simples fonemas para rellenar los espacios monótonos de la
canción.
Los sueños que soñamos vinieron del país fronterizo detrás del alambre de púas
Donde las trincheras se cavaron cuando alguien construyó el país mientras dormíamos
Ahora estamos despiertos pero no nos reconocemos
Han destruido nuestras calles,
quemado nuestros lugares de juego a los que salíamos de niños
Sin importar cuán lejos hayamos llegado
Siempre nos queda mucho
La
creación poética dentro de los márgenes de las melodías, que al fin y
al cabo son lo principal, es algo que pocos pueden lograr. Para Joakim
Berg esto parece ser una suerte de talento natural que se materializa en
canciones de gran belleza desde el punto de vista musical como lírico,
como lo es Ruta 1, un tema atmosférico y de una estética
minimalista que a través de bellos pasajes, también melancólicos pero a
la vez esperanzadores, reflexiona sobre los senderos que uno toma en la
vida.
Otros elementos característicos de esta faceta de Kent son un mayor uso de distintos layers de voz, lo cual ha sido una apuesta muy inteligente por parte de los músicos, ya que el sonido actual de la banda es mucho más profundo que en trabajos anteriores, lo que se refleja en temas como Jag Ser Dig (Te veo) y Färger På Natten (Colores en la noche). Mención aparte merecen la mejor canción uptempo del disco, Låt Dom Komma (Que vengan), un buen ejemplo de las influencias electrónicas de Kent, y la extraña y genial canción con que cierra este disco, Hänsyn (Consideración).
Otros elementos característicos de esta faceta de Kent son un mayor uso de distintos layers de voz, lo cual ha sido una apuesta muy inteligente por parte de los músicos, ya que el sonido actual de la banda es mucho más profundo que en trabajos anteriores, lo que se refleja en temas como Jag Ser Dig (Te veo) y Färger På Natten (Colores en la noche). Mención aparte merecen la mejor canción uptempo del disco, Låt Dom Komma (Que vengan), un buen ejemplo de las influencias electrónicas de Kent, y la extraña y genial canción con que cierra este disco, Hänsyn (Consideración).
Una
vez escuchando a conciencia este álbum, no es descabellado afirmar que,
después de un recorrido por tres discos con tendencias electrónicas,
Kent ha encontrado un sonido más que depurado y de muy alto nivel. No es
extraño, por tanto, que Jag är inte rädd för mörkret sea en definitiva su mejor disco desde Du & Jag Döden,
una obra que cualquiera que quiera acercarse al cuarteto sueco debe
escuchar para comprender las dos grandes facetas de esta banda.
Descarga el disco aquí.
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